PUEDO OPINAR Y OPINO

Fernando Ónega: "España, salva a tu campo, sálvate a ti misma"

Como si estuviera en Galicia, hoy te digo, campesino de Madrid, labriego de toda España, buenos días, compañero. Yo soy un labrador fracasado que degeneró en periodista, pero amo la tierra por la cantidad de tierra que hay en mí. Llevo en la retina las manos deformadas de mi padre y las manos agrietadas de mi madre.

Fernando Ónega

Madrid |

Allí, en Galicia, hace ya dos horas que hay luz en la casa del agricultor. Alguien se ha levantado a ordeñar las vacas mucho antes del alba en la gran explotación y en la modesta casa de las cuatro reses. Una mujer se dispone ahora a recoger los grelos, probablemente congelados en la Galicia interior. En 2.000 pueblos o lugares gallegos, 2.000, se dice pronto, ya no hay humo en las chimeneas porque ya no hay quien las encienda: se han ido todos y en todos habría que poner: los vació la ciudad y el trabajo urbano. Los que quedan es por pura vocación.

Y los menos resignados salieron ayer a protestar, como en el resto del país. Eran, sobre todo, ganaderos, que Galicia es muy de ganadería. La lucha es por el precio de la leche y de la carne. ¡El precio de la leche! Cambia el producto, no cambia la ruina. Nos une la misma reclamación.

Y hoy que la radio nos da sonido y nos deja abrazarnos, yo te digo, compañero campesino de otras tierras, que uno mi voz a las tuyas para gritar, como ayer en A Coruña, como ayer en Pamplona, como ayer en Granada: sin vosotros, la ciudad no come. España, salva a tu campo. España, sálvate a ti misma.