Fernando Ónega: "Esperar un crecimiento de los ingresos de un 13% parece una ensoñación"
Fernando Ónega reflexiona en Más de uno sobre los Presupuestos que han presentado el Gobierno formado por PSOE y Podemos.
Madrid |
Que un Presupuesto prevea 700 millones para atender a personas mayores; que aumente los gastos de la dependencia; que se ocupe de la pobreza infantil, o que aumente el gasto en Sanidad me parece un Presupuesto necesario y con vocación de justicia. No seré yo quien le llame populista. Le llamaré Presupuesto de vocación social.
Si esto no lo hace un gobierno de izquierda, ya me contarán quién lo puede hacer. El populismo que se hizo antes. Se hizo con la propaganda clasista del impuesto a los ricos y grandes empresas, cuando solo van a aportar un 10 por ciento de lo que La Razón llama "impuestazo". Se hizo cuando se dijo que a las clases medias no se les estrujaría más, y ahí tenemos el impuesto al diésel, que no lo usan precisamente las clases altas, sino el currante, el que tiene que dejar el coche el día 20, el repartidor y el transportista en general.
Y rechina que los impuestos indirectos los pagarán las grandes corporaciones, pero lo repercutirán en los consumidores. No discuto que lo haya que hacer. Discuto la demagogia con que se negó. Y después de celebrar la vocación social de las cuentas públicas y denunciar esos datos puntuales, creo que son unos presupuestos voluntaristas. Más voluntaristas que posibles.
Esperar un crecimiento de los ingresos de un 13 por ciento en la más dura recesión del siglo parece, más que nada, una ensoñación. Pero ya decíamos ayer que, si las cuentas no salen, ahí está en endeudamiento. Y que pague la siguiente generación.