Pero quienes tienen que lidiar durante cuatro años la gestión regional son los gallegos elegidos. Dicho eso, lo que es inevitable es imposible de evitar y está claro que existe un "efecto Sánchez" y un "efecto Iglesias" con rebote en Galicia y en cualquier comunidad. Eso convierte a los comicios, como tú dices, en un primer test.
Apasionante, porque tenemos a Feijóo contra todos y a todos contra Feijóo, que busca el heroísmo de la cuarta mayoría absoluta y no tendrá un puñetero diputado de Ciudadanos para hacer coalición. Los gallegos tendrán que elegir entre él y un consorcio de izquierdas de tan difícil casamiento como el PSOE, el BNG y las Mareas.
Yo, de entrada y como gallego, solo pido una cosa, también por comparación: Sánchez ayudará a Urkullu con una cascada de transferencias porque necesita su voto en los Presupuestos. A Cataluña ya sabemos que la regará de dinero y atenciones. En Galicia solo esperamos de él lo justo. Pero, al menos, que no la haga sufrir para aparecer él como salvador.