Madrid |
Se puede admitir que la Justicia ha cometido errores. El principal, desconocer los vericuetos de la legislación europea, causa principal de los derrapes. Pero quien denuncia eso demuestra también desconocimiento de la realidad. España es uno de los países que sufrieron menos rechazos de los tribunales europeos.
Y algunos de los sufridos, como el del tribunal alemán que se pronunció en el caso de la euroorden de Puigdemont es tan burdo, que comparó la ocupación de una pista de aeropuerto con tratar de romper un Estado y huir de la Justicia. Si hubo algo perverso, no fue provocado por los jueces, sino por quienes quieren tumbar el sistema constitucional, no perdamos la perspectiva.
Los jueces pueden ser más o menos rigoristas, más o menos brillantes, como todos. Pero se atienen estrictamente a la legislación. Cuidado con buscar el enemigo interior, tentación de los gobiernos bisoños. Cuidado con atacar al pilar del Estado de Derecho. No digo que sea la intención de Iglesias, pero la historia dice que se empieza por atribuir a un colectivo la mala imagen del país y la humillación del Estado y se acaba por demandar su depuración.