Madrid |
La primera conclusión es de Pero Grullo: quienes votaron en estas elecciones fueron los americanos, no los europeos, y los americanos tienen su lógica, que no es la europea. En Estados unidos lo que funciona es aquello de "es la economía, estúpido" y se ha vuelto a confirmar. El dólar es el dólar, y si el dólar va bien en los bolsillos, y va muy bien, pesa más que el racismo, el machismo, la insolencia, la chulería y el aire de desafío de un presidente.
Eso explica, segunda conclusión, que ahora mismo el señor Trump tiene posibilidades de seguir en la Casa Blanca, derrotando a las encuestas, a la prensa e incluso al sentido común. Y aunque pierda, tiene un buen resultado.
Tercera conclusión, que se repite, que hay más voto popular para los demócratas que para los republicanos, pero menos que hace cuatro años y eso también juega a favor de Trump y su músculo electoral.
Cuarta, que un partido tiene tres bases: el público, la ideología y el liderazgo. Si finalmente gana Trump, funcionó sobre todo el liderazgo. Él es el Partido Republicano. Es más vitalista que Biden. Se hizo más visible que Biden. Como el Rey Sol puede decir "el Estado soy yo".
Y la quinta conclusión es el mal sabor de boca que estas elecciones dejarían a los europeos si no gana Biden: se pueden ganar elecciones a pesar de defraudar a Hacienda, a pesar de mentir por sistema, a pesar de ser un provocador y a pesar de una cierta inmoralidad. Pero todo esto necesita confirmación.