Yo no puedo adivinar el horizonte judicial del castigo a las eléctricas. Supongo quelos abogados del Estado, los técnicos de transición ecológica y los economistas del gobierno harán las cosas con respeto al derecho, a la propiedad privada y a los accionistas, mucho pueblo metido en el capitalismo popular. Y veremos, tras el Consejo de Ministros, cuáles son las medidas, sus bases jurídicas y su bondad social. De momento, que me disculpe el presidente, veo todo raro, raro, raro.
Creo que a Sánchez se le fue un poco la pinza con Carlos Franganillo. En algún momento, atribuyó los beneficios extraordinarios de las eléctricas al precio del gas, cuando en el telediario lo que hacía el precio del gas era subir el precio del kilovatio. Quizá pensaba en los beneficios caídos del cielo, pero se le pasó.
Cifró extrañamente en 650 millones el dinero que las eléctricas se llevan de derechos de emisiones de CO2. Y habló de topar el precio del gas, cuando el precio del gas pertenece a los mercados internacionales, justamente aquellos, dijo, en los que “los gobiernos no podemos hacer nada”.
Quizá el presidente tiene las ideas muy claras, pero a aldeanos como yo nos transmitió una extraña desorientación. Y sobre tus dudas del horizonte legal, sí coincido con tu pregunta: como lo que se hace caer sobre las eléctricas se pueda considerar confiscación, démoslo por probable: acabaremos pagando en el futuro lo que hoy nos dicen que es ahorrar.
