Ónega dice que por lógica, es más urgente hoy que hace una semana el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial.. Y mucho más urgente que cuando el ministro de Justicia te dijo a ti, en este programa, que podría haber acuerdo para el 6 de diciembre, día de la Constitución. Recuerdo que aquel día el señor Campo iba a negociar con Enrique López, y nunca más se supo.
Nunca más se supo, señal de que nada se avanzó, hasta hoy, que el diario El Mundo asegura que el PP descarta que haya renovación en los próximos meses. Las atenciones públicas se fueron por otras bandas, con sus Bildus, sus Esquerras y su armonización fiscal, y del Poder Judicial nadie se acordó. O, si se acordó, fue para complicar más la salida. Con nuevos agentes en el escenario y, según Iglesias, con Bildu incorporado a la dirección del Estado, no faltó quien dijera que los socios de Sánchez debían participar en la elección de los vocales y que alguno fuese próximo a los independentistas. Verdad o mentira, era lo que faltaba para que el PP pusiera pies en pared, renovase su negativa a Podemos y ahora mismo ni el optimista Campo se atreve a poner una fecha.
Europa echó abajo las ideas de Sánchez, la provisionalidad del Consejo actual se mantiene, y sí, da la impresión de que la elección de nuevos vocales ha dejado de ser urgente. Pero no es eso. Lo que ocurre es lo mismo que viene ocurriendo desde hace dos años: que el PP no cede y el PSOE, atado a sus necesidades de coalición, no puede ceder. Y así van pasando los meses: en una eterna provisionalidad.