Fernando asegura que Pegasus le pone las cosas muy complicadas a Pedro Sánchez Mucho. "El señor presidente intentó la política de en boca cerrada no entran espías y decidió no hablar del tema hasta hoy en sesión de control, y ya sabe usted cómo se habla en las sesiones de control".
Sobre el asunto de las escuchas, Ónega dice que hasta ahora el independentismo ganó todas las batallas. "Ganó la batalla del relato y convirtió las escuchas en espionaje. Ganó la cuantitativa e hizo que escuchar a 60 personas sea un pinchazo masivo, como escuchar a toda Cataluña", asegura.
El independentismo quiere más
Ónega explica que el independentismo ayer rompió un viejo pacto PP-PSOE y logró que quien quiere romper el Estado pueda conocer sus secretos. Y ahora, triunfante, quiere más.
Además, comenta que sin saber si las escuchas fueron legales o no, solo porque los independentistas se sienten observados, quieren cabezas y todas esas cabezas tienen un sólo nombre: Margarita Robles. "¡Qué casualidad! Robles es el trofeo pretendido por Podemos. Sus encontronazos con Pablo Iglesias, con Ione Belarra después, son ahora un asedio formal y con armas de guerra de todo Frankenstein".
¿Es el momento más difícil de la legislatura?
Ónega asegura que el caso Pegasus hace que Pedro Sánchez tenga que salvarse a sí mismo; salvar el decreto-ley de medidas económicas de mañana; salvar la mayoría de investidura que lo sostiene en el poder; salvar a Margarita Robles en Defensa, y salvar la dignidad antes de que parezca que aquí se gobierna bajo chantaje.
Quizá sea el momento más difícil de la legislatura. Título de la película, "La rebelión de Frankenstein".
