Con los datos de hoy, lo que tenemos es:
Primero, que la designación de Yolanda Díaz como líder de Unidas Podemos fue una idea de Pablo Iglesias en su retirada.
Segundo: como Podemos tiene ahora una nueva secretaria general que se llama Ione Belarra, que además es ministra y tiene aspiraciones, no hay nada que indique que quiera cumplir el mandato de Iglesias.
Tercero: las relaciones entre ambas ministras empezaron a ser distantes cuando la señora Díaz hizo un acto que parecía fundacional en Valencia y ni Belarra ni Irene Montero hicieron acto de presencia o no fueron invitadas.
Cuarto: muchos de los trabajos de exploración de Díaz se efectuaron a grupos que se han separado de Podemos, lo cual tampoco suscita demasiadas simpatías en sus restos.
Quinto: yo tampoco sé si la señora Díaz quiere de verdad ser la candidata de UP. Su proyecto más inmediato es escuchar a la sociedad. Su idea de futuro es crear algo transversal y Podemos no es buen ejemplo de transversalidad.
Sexto: la marca Yolanda Díaz es hoy mucho más potente que la de Unidas Podemos. Antes de Feijoo era la primera o la segunda preferida como presidenta. Podemos, como partido, es cuarta fuerza.
Y séptimo: sumado todo, la incógnita continúa. Todo lo ocurrido y culminado en el tema guerra, me hace ver a Díaz como candidata, pero en otra lista. Y si me apuran, más cerca del tinglado Sánchez que del tinglado Iglesias. Pero faltan dos años y dos años, querido Alsina, son una eternidad.