Como no tengo pruebas que demuestren la evidencia que todos intuimos, acudo a mis dos comodines preferidos y usados cuando la pregunta de Alsina lo requiere. Comodín primero: en política no hay casualidades. Por tanto, no es casualidad que las medidas de impacto social sigan a los indultos. Para eso se programó un consejo de ministros extraordinario dos días después del de los indultos. Y no se hizo un viernes, que es día de vocación festiva y disipada. Se hizo en jueves, que da más tiempo a la digestión.
Y comodín segundo, mi frase preferida de Leopoldo Calvo Sotelo, que tantos misterios explica: “en política, lo que parece, es”. Luego, si desde el principio pareció que la mascarilla venía a paliar el malestar de los indultos, es que venía a paliar el malestar de los indultos. Y si le añadimos la rebaja de la luz, que también se pudo aprobar el martes, la cosa parece evidente, porque le permitió a Pedro Sánchez decir desde Bruselas que era una medida social de calado. Mientras dice eso, no tiene que hablar de Junqueras ni Aragonés. Y si se anuncia la vuelta a los estadios, para qué queréis más. El opio de pueblo al servicio de la imagen del gobierno.
Y reconocido eso, añado que no me parece mal. El arte de gobernar es un arte complejo. Y el arte de mantenerse en el poder consiste en compensar las medidas impopulares con la busca del aplauso social. Para eso están los asesores. Y a los de este gobierno hay que reconocerles especial habilidad.