Fernando Ónega dice que si Iceta por Sánchez bailó, rezó y se desgañitó en los mítines, su nombramiento como ministro probablemente sea un premio.
Cree que es un premio no solo por su caída del PSC, sino por su trayectoria de entusiasmo sanchista. "Tiene todo un precio y la cuestión es ponerlo en el momento oportuno", opina.
Explica que "Iceta es un político con ideas: defiende el indulto de los presos independentistas, predica el estado federal, cree en la nación de naciones y piensa que si una gran mayoría vota independencia, habrá que encontrar una solución; si Sánchez le deja mandar habrá algo más que un precio de consolación".