Creo que después de la investidura es el primer día de celebración en La Moncloa y Galapagar. Para el vino y las rosas se requieren otras cosas porque no todo es durar en el cargo aunque a veces lo parezca. Se requiere en lo económico que salgan las cuentas, que quizá sean buenas pero todavía tienen que despertar confianza en supervisión de ingresos y gastos y en la disposición de los inversores.
Se requiere en lo sanitario que funcionen las vacunas que por ahora influyen mucho más en la bolsa que los presupuestos. Se requiere en lo social que las cuentas sirvan para paliar los desastres que una cuarta parte de la población está en el umbral de la pobreza y eso puede ser un polvorín. Y se requiere en lo político que cese el espectáculo de conflictos en la coalición y que los nuevos socios en la coalición del estado que dice el señor Iglesias sean mínimamente leales con ese estado.
"Digo esto último porque no está nada claro que el cambio de centro de gravedad que celebra el independentismo desde Otegi a Rufián sea lo que más conviene al conjunto del país. Precisamente por eso, porque lo celebran Otegi y Rufián" asegura.