El retrato de España que sale de esta encuesta se parece mucho, al retrato que sale de otros sondeos: un país que está pensando en hacer el cambio político, pero no se acaba de decidir. Tiene previsto votar más a la derecha que a la izquierda, pero no de forma suficiente.
Y una de las razones por las que no se decide es por lo que hoy destaca el diario: el personal confía más en el PSOE que en el PP para la gestión económica y del empleo. Esto es un cambio fundamental de la opinión pública.
Si realmente es así, a la derecha se le acabó el discurso que pregona que el PP siempre tiene que salvar a España de la gestión socialista. Pero ese cambio se vuelve estéril cuando aparece el juicio al gobierno de coalición:desunido, inestable, incompetente e incumplidor, como resume el editorial del propio diario. Esas cuatro críticas pueden más que la confianza, y ahí está la quiebra del gobierno central.
¿A quién beneficia este barullo de un PP que no gana imagen de gestor y una coalición que merece cuatro calificativos de tanta descalificación? Naturalmente, a Vox, que es el partido de más claro aumento de la intención de voto.
Debe meditar en ello el señor Casado. Y el señor Sánchez debe analizar por qué una política reformista, de marcado acento social, no consigue sumar votos. Búsquense las causas en los adjetivos citados: desunido, inestable, incompetente e incumplidor. Bueno, creo que ya lo sabe. Por eso su último eslogan es “cumpliendo”.