La oposición de Venezuela acusa a Zapatero de ser cómplice de Nicolás Maduro por avalar las legislaciones legislativas, cuyos resultados no han reconocido ni la Unión Europea ni EEUU. ¿Cree que Pedro Sánchez hace bien en dejar actuar por su cuenta y por libre al expresidente del Gobierno en este asunto tan espinoso?
Quiero entender que a Pedro Sánchez no le viene mal la actuación de Zapatero con Venezuela. Sánchez tiene un problema: por una parte, tiene en su Gobierno a un vicepresidente y a un partido que justificó mucho al Chavismo -incluso lo asesoró, nunca lo condenó- y considera a Zapatero el mejor presidente que tuvo la España democrática (hay testimonios de Pablo Iglesias en ese sentido).
Por otra, como presidente no puede repudiar a Maduro por los intereses de España en Venezuela, pero tampoco lo puede defender por las presiones de EEUU, donde se sanciona a quien negocie con Venezuela, y las de la UE, de la cual somos socios y cuyas directrices diplomáticas estamos obligados a seguir.
Y ahí está Zapatero, en su increíble papel de blanqueador de Maduro. Le resulta útil como inventor que fue del buenismo en política y como puente que salva las diferencias con Podemos.
Sánchez no inventó a Zapatero para esa función, pero le viene bien su existencia. Por eso, nunca le reprochó ese papel de defensor de Maduro, sino que le permite un doble juego.
Por eso, no le molesta esa función de mediador que no tiene con quién mediar porque al expresidente español no se le ha visto reunirse con nadie ni de EEUU ni de la UE, ni con Leopoldo López ni Guaidó. Sólo hay fotos suyas con Maduro, como si fuese su confesor. El confesor que acaba convencido y quizás seducido por el pecador.