Si doña Úrsula pide unidad y consenso, es porque se ve en la necesidad de pedirlo, y perdón por la obviedad. Para responder a tu pregunta, me quiero fijar en lo último que se escuchó en el Congreso. Madrid, 16 de junio, ayer mismo, sesión de control. Argumento del PP, Vox y Ciudadanos, en sus diversas intervenciones, no de control, sino de acoso a Sánchez: su única obsesión es el poder; hace lo que sea por mantenerse en el poder, aunque solo sea unos meses más; es capaz de sacrificar los intereses generales, incluso la dignidad, por seguir en el gobierno.
Esta tesis está también en mucha opinión publicada que entiende que lo patriótico es cargarse a este grupo de políticosy asociados que tratan de perpetuarse. Esos son los criterios de la oposición y la crítica conservadora. Y ahora pregunto: si el éxito del Plan de Recuperación ayudará a salvar la economía, pero le dará oxígeno y vida al gobierno, ¿esa oposición le va a prestar su apoyo? Personalmente no lo veo. A este gobierno, ni agua.
Pongo la pregunta al revés: si Sánchez considera tan desastrosa la actuación de la derecha que cada día descalifica, ¿estará dispuesto a darle alguna baza para que se anime al respaldo? Tampoco veo el menor síntoma. A esta oposición, ni aire. Así que, querido Alsina, las esperanzas no diré que sean mínimas: salvo milagro, son inexistentes. Es lo que ocurre cuando la política se reduce a una simple, pero enfermiza, incluso obsesiva, ambición de poder.