Los valoro como una pura representación de una obra de teatro que no existe. El actor Sánchez sabe que no puede pedirle al PP ni a ningún otro partido que renuncie a pactos ya sellados. Pero al mismo tiempo necesita pedírselo, porque pretende insinuar que Partido Popular y Vox ya están asociados en muchas cosas, lugares y objetivos o incluso son la misma cosa. Pura estrategia de intención electoral.
El actor Casado es rehén de lo que dijo en la moción de censura.Si ahora aceptase a Abascal en matrimonio, habría mentido entonces, o sería un mercader ahora. Y al señor Casado y a su compañero Mañueco no les interesa para nada la abstención del PSOE en la investidura a cambio del rechazo a Vox, porque, si la abstención es solo para la investidura, al minuto siguiente tendría al PSOE y a Vox en la oposición y Mañueco, con 31 procuradores, viviría un calvario sin poder aprobar nada y zarandeado por todos.
O sea, que, antes de que Mañueco hable y negocie con los grupos, especialmente los localistas, no le otorgo ningún valor a cuanto se está diciendo. Y, de darle alguno, sería el de anotar que todo está cogiendo aire de repetición de elecciones.
Sin los números que solo aporta Vox y sin pacto de legislatura con el PSOE, se puede ir a un gobierno minoritario, pero sometido a mil bandazos. Y Abascal, el gran beneficiado: el debate nacional, en torno a él y a su partido, aunque sea para repudiarlos. Gran publicidad. Algún voto le caerá.