Votos a Ciudadanos no le dará muchos, porqueGarrido,magnífico gestor, no es, en cambio, un líder que mueva multitudes. Es más: le puede quitar a Ciudadanos el voto de los taxistas, porque Garrido estuvo en contra suya en el conflicto con las VTC. Lo único que le permite a Ciudadanos es presentar su cabeza como un trofeo arrebatado al PP y elaborar un discurso de partido de acogida donde caben conservadores arrepentidos y socialistas desencantados por el PSOE.
Es un pellizco de monja en los mofletes de Casado para desestabilizarlo y, si es posible, humillarlo. Es, a efectos de opinión pública, añadir un poco de suspense al bloque conservador, porque intriga saber cómo pasarán de robarse candidatos a negociar un pacto de gobierno en el brevísimo plazo de cuatro o cinco días.
Es también un mensaje muy arriesgado de convivencia de futuros socios y una cuña en la campaña por el voto útil de Casado. Así que, puestos en orden estos factores, en mi pueblo de Lugo harán este comentario: "no hace mucho daño, pero jode". Creo que esa es la cuestión.