Pongámosle precio a la mercancía y lleguemos a un acuerdo. Economía de trueque. Así debería ser en la aprobación de los Presupuestos de Cataluña y del Estado. Pero en la práctica no es tan fácil como parece e Iceta lo sabe. Torra representa una parte de los políticos catalanes y no de todos los que están en el Congreso y las divisiones entre ellos son cada día más evidentes.
Y, sobre todo, el presidente Torra no actúa con sumandos homogéneos. Ayer mismo le preguntaron por losPresupuestos del Estado y contestó con una pregunta: "¿han salido los presos de la cárcel?"
Si se habla con su vicepresidente, el señor Aragonés, alega también que el gobierno central no ha movido ficha; por tanto, no les puede pedir su apoyo a las cuentas públicas. Presupuestos por presos, viene a ser la contraoferta independentista, y eso es imposible, porque estamos en un Estado de Derecho.
Con lo cual, la idea de Iceta merece un primer elogio: es la más razonable. Quizá le faltó un detalle argumental, precisamente el que me planteas: qué puede suponer para Sánchez y Torra. Para Sánchez sería la salvación, salvo que haya contrapartida indigna. A Torra creo que le da igual. Si tuviera que gobernar sin presupuestos, sin presupuestos gobernaría. Lo suyo es la república, no los libros de contabilidad.