Madrid | (Publicado 15.05.2019 07:19 )
De hecho, su gran defensa es que son pacifistas. Pero excluyen o bloquean a quienes propugnan el diálogo, como demuestran al anunciar que no votarán a Miquel Iceta para ser senador. Hace unos díasJunqueras y Romevadijeron que solo reclamaban que el candidato fuese persona dialogante, e Iceta lo es más que nadie.
Es, además, el hombre que habló de plurinacionalidad. Es el que pretende promover desde la Cámara Alta una reforma federal. Es el que propone encauzar el conflicto, y piensan que encauzarlo no es la independencia. Está claro que no les interesa verlo en la presidencia del Senado. Prefieren el conflicto para poder cultivar su victimismo. Probablemente argumentarán que mientras haya políticos presos no pueden colaborar con quienes llaman carceleros.
Quizá sea la expresión de un cabreo porque no se cuenta con ellos para la formación de gobierno. Si tienen como cuarta autoridad del Estado a un hombre conciliador se les acaba el argumento del Estado opresor. Por eso no tienen escrúpulos para romper la tradición de votar al candidato propuesto por un partido sin preguntar ni mirar cuál es su color. Y no descarto la tentación de bloquear el funcionamiento, la normalidad institucional.