No sea intransigente con la presencia de Esquerra y Bildu. Y no se obsesione con la idea de que pactar es favorecer al gobierno, que el país pide ese tipo de acuerdo. A Sánchez, porque es presidente, le digo algo más: trate de llevar un documento que recoja sus propuestas, que para eso es gobierno y tiene la iniciativa. Muestre que lo suyo es consenso sincero y no puro oportunismo.
Dele o prométale algo de entrada, que pactar requiere contrapartidas, no rendiciones, aunque se invoque el interés nacional. Sepa que un pacto sin el PP sería el pacto de una España contra la otra. Y sea consciente de que es muy difícil acordar con la derecha y administrar lo acordado con Podemos.
A ambos les digo: pactar es prescindir de las propias ideas y aceptar las del adversario, por mucho que las haya combatido. Pactar es reconocer que uno no tiene la verdad absoluta y la verdad sale de las aportaciones y compromisos de muchos.
Y, como actitud para empezar, no son malos los consejos del bufón de Shakespeare al rey Lear: "Guarda más de lo que enseñas,/ di menos de lo que sepas,/presta menos lo que tengas./ Si más dicen, menos creas, / sé más cauto en tus apuestas". Y concluyo: podrá haber pacto, si de estos consejos seguís al menos la mitad.
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