Madrid |
Ayer Pablo estaba allí y como la consigna de la coalición es mensaje único, Pedro habló en pablista: Guaidó no es más que líder de la oposición. Pero Pedro llegó a palacio, Pablo ya no estaba y volvió a reconocer a Guaidó como presidente encargado, que tampoco sé lo que es.
O sea, que por una parte ya ves y por otra qué quieres que te cuente. Pedro se encuentra atado al reconocimiento a Guaidó de hace un año y a la realpolitik que le dice que quien gobierna de verdad es Maduro. Guaidó es como un sueño de libertades, pero con quien se negocia es con el presidente real, aunque le llamen dictador, cosa que nunca hará Sánchez, y menos con Pablo delante. A eso en medicina se le llama esquizofrenia.
Y hecha esa anotación, permítanme un desahogo: lo de Venezuela mueve sentimientos y Ábalos es muy sugestivo como carnaza. Pero ayer fue el día en que España perdió el mobile, teníamos detrás un anuncio de frenazo económico y del empleo, tenemos al campo en justísima rebeldía. Y ver que Venezuela es el tema y que sobre Ábalos hay cinco preguntas y una interpelación, es para que la oposición le eche una pensada.