Fernando Ónega: "La protesta le viene muy bien a Torra como prólogo de la escalada de tensión"
Él verá y el decidirá. De momento, queda avisado. La señora Forcadell pudo alegar en su día –y no le sirvió de nada—que no había sido advertida de las consecuencias. El señor Torrent y toda la Mesa del Parlamento ya tienen esa advertencia. Lo que hace el Constitucional es impecable. Por una parte, paraliza iniciativas que exceden de las competencias del Parlament y, por otra, avisa de que abrir la vía de la autodeterminación es literalmente ilegal.
¿Se esperaba que el Tribunal hiciese otra cosa? Ni Torrent, en la mejor de sus ensoñaciones, lo podía pensar. Ahora, su respuesta de que eso es censura previa de la actividad y las iniciativas del Parlament es una disculpa que solo conmueve a independentistas. A quienes creemos en el imperio de la ley y en la limitación de atribuciones nos parece lo único que se puede hacer.
Todas las aspiraciones se pueden plantear, pero en el lugar adecuado y con los trámites previstos. El resto es desobediencia, quizá con el agravante de desacato y podría llegar a rebelión en una situación extrema. Como Torrent lo sabía de antemano y ahora se le advierte, dudo mucho que dé un paso más.
Protestará todo lo que quiera protestar y está en su derecho. Se pondrá en plan victimista como se ha empezado a poner y es costumbre del independentismo. Pero sabe lo que le espera si desobedece a la autoridad constitucional. Y les aseguro que no es nada agradable. Eso sí: la protesta viene muy bien como prólogo de la escalada de tensión.