¡Cinco meses! Bueno, añádeles el tiempo de preventiva. En Cataluña hay dos números que son dos artículos legales: el 155 y el 100.2 del Reglamento Penitenciario. El primero es la represión. El segundo, la semilibertad. El primero es el Estado opresor; el segundo, la bondadosa, generosa, altruista Generalitat. Es cierto que los beneficiados son todos los presos. Absolutamente todos, sin excepción.
Y todos son los políticos. Pero eso es una casualidad. Unos tienen una madre necesitada de cuidados y quién no permite cuidar a una madre. Otros tienen trabajos ineludibles para la comunidad, que el país necesita mano de obra cualificada. Y Junqueras es imprescindible para la Universidad. Seguro que en su ausencia el nivel de la Universidad ha bajado sustancialmente.
Y seguro que alguien está pensando cómo ampliar el 100.2 a los huidos de la Justicia: un permiso, aunque solo sea de fin de semana, para que pueda venir Puigdemont, que no es justo, ni equitativo, ni patriótico que no pueda pasar de Perpignan.