Hay ocho comunidades autónomas, siete capitales de provincia y un número indeterminado de alcaldías que necesitan pacto de gobernación. Y no olvidemos el gobierno de España, donde Pablo Iglesias sigue tirando por la coalición, y los socialistas la enfrían.
Y, por no descartar nada, yo no descarto que la alianza liberal-socialista en Europa que se alumbró entre Sánchez y Macron tenga su vertiente española. Todo está por escribir, no hubo ninguna reunión y se está en la fase de tanteo. Lo único cierto, en primer lugar, es que las elecciones piden acuerdos de gobierno y los tendrá que haber.
Y la segunda certeza es que Ciudadanos, a pesar de tener la décima parte de los concejales que tiene el PP, se convierte en partido de referencia. Puede hacer alcaldes y presidentes regionales. Y puede pedir prácticamente el precio que quiera. Ahora bien: no me pidas una profecía de cómo quedará el cuadro, porque ni Albert Rivera lo sabe. Se empiezan a abrir puertas de diálogo, y eso ya es mucho en este país.