PUEDO OPINAR Y OPINO

Fernando Ónega: "Sánchez, ebrio de palabras, dice lo que se le viene a la cabeza sin matices"

Ojalá se hubiera pasado de frenada. De lo que se pasó Sánchez ha sido de velocidad y se saltó todas las señales de tráfico. Sobre todo, una que dice: precaución, autonomía del Ministerio Fiscal. Yo solo tengo una explicación que no le ayuda: puesto a demostrar dominio y autoridad en el debate, se embaló y le salió eso de que traería a Puigdemont.

Fernando Ónega

Madrid |

Y claro: no resistió la pregunta siguiente: ¿cómo piensa hacerlo? Puigdemont le respondió si piensa secuestrarlo. Y después no se le ocurre otra cosa que aceptar que manda sobre los fiscales y ya está. "Pues ya está", dijo en Radio Nacional.

Miren qué sencillo. Hablo con los fiscales y ¡zas!: Puigdemont en España. Yo creo que Sánchez habló demasiado esta campaña. Todos los días entrevistas y mítines y está ebrio de palabras. Ya dice lo que le viene a la cabeza sin matices ni cálculo de consecuencias. Esto no es cargarse la división de poderes, porque la Fiscalía no es Poder Judicial. Pero es poner en duda su autonomía y atribuirles un poder que es del juez belga.

Y es, sobre todo, dar argumentos a los fugados para demostrar que todo es una operación política. Todos los presidentes tuvieron un minuto en que, con perdón, la cagaron. Y este ha sido el minuto de Sánchez. El de Felipe cuando se enteró de Filesa por la prensa; el de Aznar cuando decidió la boda en El Escorial; el de Zapatero cuando negó la crisis. Ahora, el de Pedro Sánchez tiene un agravante: está a punto de terminar la campaña electoral.