Madrid | (Publicado 09.05.2019 07:16 )
El primero, la votación en el Parlamento catalán. Y, cuando se habla de Parlamento catalán, hay que contar con el precio. La oposición de Esquerra Republicana, que puede bloquear la elección, seguramente tiene algún precio, y no descarten ustedes que sea la libertad provisional de los presos, como si eso dependiera del gobierno. Dicho lo cual nadie duda de que Sánchezquiere tener un gesto con la Cataluña política.
Si piensa en Iceta, es posible que pretenda corresponder a su lealtad y a los servicios prestados en la época de la resistencia. Pero pretende tener en el Senado, al fin y al cabo la futura cámara territorial, a un hombre con capacidad de diálogo con el independentismo.
Y pido que no se confunda capacidad de diálogo con voluntad separatista, que Iceta no es separatista. Es realista al decir, por ejemplo, que con un 65 por ciento de partidarios de la independencia, algo habría que hacer. ¿Recordáis cuando Cándido Méndez era llamado "el cuarto vicepresidente" de Zapatero? Pues Miquel Iceta, si salva los escollos y viene finalmente al Senado, será "el segundo Vicepresidente" de Sánchez. Vicepresidente para Asuntos de Cataluña. Creo que esa es la intención.