EL GALLO ZUMBÓN

Rafa Latorre, sobre Marlaska: "La campaña es una especie de paréntesis civil en el que cualquier exceso o mentira es justificable"

Rafa Latorre reflexiona en Más de uno sobre las declaraciones en un mitin del PSOE del del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que calificó al Partido Popular de "organización criminal".

ondacero.es

Madrid | 26.04.2021 11:43

Rafa Latorre analiza en Más de uno las palabras del ministro Marlaska, que calificó al Partido Popular de "organización criminal". Señala que durante los últimos tiempos se ha establecido la doctrina de que "la campaña es una especie de paréntesis civil, según el cual cualquier exceso, cualquier incongruencia o cualquier mentira es justificable porque estamos en campaña". Recuerda que desde Ferraz excusaban a Gabilondo cuando este prometía que no pactaría con Iglesias: "Habla como candidato”.

Sin embargo, asegura que el problema de esta doctrina es que "algún día habrá que regresar de la campaña y veremos qué queda de nosotros". Considera que esto debe meditarlo muy especialmente el ministro Grande-Marlaska, porque el día 5 de mayo seguirá siendo previsiblemente ministro del Interior, a pesar de que ha asegurado que el principal partido de la oposición es una "organización criminal". "Se entiende el fervor, pero hay cargos que no deberían dejarse llevar muy lejos, más que nada porque luego hay que regresar y hay lugares de los que es muy difícil regresar", argumenta Latorre.

Además, explica que de una calificación semejante, como una sentencia condenatoria, "es difícil regresar al Ministerio del Interior como si nada", sobre todo porque "el conocimiento de una organización criminal obliga al responsable de la seguridad a perseguirla" y, por lo que se pudo entender en el mitin, Marlaska considera que esta organización lleva 26 años en delito flagrante. Latorre considera que no es habitual tampoco la presencia de una directora de la Guardia Civil en un mitin electoral. "Creo que la discreción era una tradición muy justificada, una tradición que se ha roto", admite. Concluye diciendo que la campaña ha entrado en una espiral de envilecimiento y que al menos "habría que mantener fuera los que tengan responsabilidades institucionales sensibles, por el peligro, más que nada, de que creamos que están diciendo lo que piensan".