Rafa Latorre reflexiona en Más de uno sobre el dictamen del Supremo sobre los indultos a los presos del procés. Se pregunta si todavía es posible dar marcha atrás y si Sánchez puede ahora plegarse al inequívoco criterio judicial y renunciar a indultar a los presos del procés. Considera que ahora un indulto total habrá quedado ya descartado, porque lo situaría al borde de la prevaricación, aunque las consecuencias de un indulto parcial seguirían siendo graves.
Por otra parte, comenta que en el dictamen hay tres argumentos determinantes que "le quitan la gracia al Gobierno": uno de ellos es la nula intención por redimirse de los condenados, y otro la responsabilidad penal se exige individual y no colectivamente. Así, dice, la gracia del Gobierno sería indiscriminada para todos los presos del procés. Sin embargo, considera que el tercero es el más interesante: el de que indultar a los miembros de unos partidos que sostienen la mayoría del Gobierno sería algo parecido a una gracia autoconcedida. "Perdonando a sus socios, el Gobierno se está concediendo a sí mismo la gracia para terminar la legislatura. ¿Esto sería grave? Desde luego. ¿Sería capaz Sánchez de hacerlo? Creo que Sánchez ya tiene suficientemente acreditado lo que le importa el decoro democrático", comenta. Sin embargo, se plantea si puede o si es materialmente imposible.
Concluye diciendo que conviene recordar esta idea de la gracia autoconcedida porque "ahora espera a escribirse el cuento de cómo un Gobierno compasivo trata de enmendar hasta donde puede el afán de venganza de la justicia". Destaca Latorre que el único interés del presidente del Gobierno es seguir siéndolo y, ante ese interés, dan igual las instituciones, la concordia y la convivencia. Asegura que, por de pronto, tres ya han salido dañadas en la tarea prospectiva de explorar "lo que sea para que Sánchez no deje de ser presidente".