EL GALLO ZUMBÓN

Rafa Latorre: "Es preciso atender a la salud de los niños sin dejar de preservar la salud de los colectivos vulnerables"

No hay dos confinamientos iguales, porque donde reside la mayor desigualdad es en casa.

ondacero.es

Madrid |

No es lo mismo estar solo que acompañado, no es lo mismo estar bien acompañado que acompañado de un tipo insufrible, no es los mismo tener balcón que no tenerlo, 30 metros cuadrados no son los mismo que 120… Y no es lo mismo, definitivamente no es lo mismo, que haya niño o que no haya niño. Y si hay niño, qué edad tiene el muy… campeón.

El debate empieza a abrirse paso, hoy está ya en la portada de El País y de La Razón. La cosa es sencilla. Hay un excedente de energía en el niño que necesita ser liberada y eso genera un campo de ansiedad a su alrededor, que amenaza con acabar con la salud mental de toda una generación, la de sus padres, que alternan la felicidad y la desesperación en una ciclotimia feroz.

El desafío es que los niños son bombas víricas, donde el corona viaja perfectamente camuflado sin provocar síntoma alguno. ¿Qué hacer, por tanto? Porque aquí estamos en un conflicto de prioridades. Es preciso atender a la salud de los niños, sin dejar de preservar la salud de los colectivos vulnerables y a la vez se trata de reanimar la economía. Son los vértices del descomunal desafío para la salud pública.

Pues concluyo que este es un reto para el Gobierno. Entiendo que no era sensato plantearlo hasta que se redujera la insoportable presión de las UCIs. Mira, que se empiece a pensar en ello ofrece una cierta esperanza porque invita a fantasear con un regreso a lo que fueron las calles de las ciudades, invadidas hoy de un extrañísimo silencio rural.