Rafa Latorre habla en Más de uno de la victoria del candidato de Pedro Sánchez, Juan Espadas, en las primarias andaluzas del PSOE. Recuerda un viejo dicho, atribuido a Berlusconi, asegurando que ganar no es tan bueno como malo es perder. Señala que en las primarias andaluzas del PSOE ha vuelto a vencer Pedro Sánchez sobre Susana Díaz, "la mujer que primero lo encumbró a la secretaría general y luego no ha sido capaz de derribarlo", ni siquiera su tierra, donde se suponía que conservaría cierto resortes del aparato.
Explica Latorre que que Juan Espadas lidere el socialismo andaluz no significa tanto como que "Pedro Sánchez domina ya la principal federación socialista de España". Además, dice que hay una enseñanza en todo esto: "la comunión de Sánchez con la militancia no se ha roto, ni siquiera en los momentos demoscópicamente más bajos, ni cuando se defiende algo, a priori, impopular en Andalucía como son los indultos a los presos del procés". "Ni siquiera ahora Sánchez pierde el favor de una militancia que lo arropó cuando la dirigencia lo repudio", señala, y añade que este mensaje pone fin a un mes terrible, que comenzó el desastre de la moción en Murcia y y que es una forma puramente sanchista de poner fin a algo: habló la militancia.
Concluye diciendo que ahora sí, el viaje terminado y lo que empezó subiéndose a un Peugeot. "Susana Díaz ya es historia y, con ella, lo que podía quedar de oposición interna al sanchismo. Ha acabado con ella aquel del que un día dijo 'no vale, pero nos vale'", comenta.
