Raúl de Pozo reflexiona en su sección Viva el vino de Más de uno sobre la actitud de la juventud durante la pandemia y la proliferación de las fiestas clandestinas. "La OMS les da la a los jóvenes diciendo que son mensajeros del mal", señala. Además, explica que el paro juvenil hace que muchos se den a la bebida y que se hayan "desmantelado 437 botellones clandestinos en el último fin de semana".
Asimismo, explica que los pisos se han convertido en "mini Pachás" y que "Argüelles, donde hay tantos universitarios, es una colmena de pequeños altares a Baco". Sin embargo, concluye diciendo que "los jóvenes se sienten injustamente criminalizados y que, en realidad, son pocos los que se ‘cuecen’”.