Se llaman okupas a los que se apoderan de las viviendas mientras los dueños se van de vacaciones o a la compra. Hay ciudadanos que después de estar toda una vida pagando una casa no pueden vivir en ella. Los okupas pertenecen a una contracultura que incitaba a okupar viviendas deshabitadas y después también a donde vivía gente, amenazaban con quemar las casas si no las cedían y la poli no les podía poner las pulseras porque les acusaban de allanamiento de morada. En la pancarta rotulaban "tenemos derecho a un piso, si no nos lo dan, lo cogemos".
La okupación ha aumentado en Madrid y en Barcelona donde hay usurpaciones de inmuebles cada semana. También hay pueblos de 3.000 vecinos con doscientas casas guindadas.
Después de decir tantas veces que lo de los okupas era un invento de la derecha, el Partido Socialista ha propuesto desalojar a los okupas en 48 horas. Podemos estará contra esa ley. Yolanda, la vicepresidenta negó que España sea el paraíso de los okupas y que eso no es un problema real.Acusan al PSOE de seguir las tácticas de la derecha para echar a los invasorescon una patada en el culo.
Isabel de Madrid, la reina del cine mudo, avisó este verano a los que se iban de vacaciones, que al volver, podrían encontrar su casa okupada.
Todo empezó querido Carlos en las comunas de hippies de Ibiza de los años 60, donde los que ahora son banqueros, decían que la propiedad es un robo. Eran anarquistas postmodernos que ya no daban matariles a los presidentes del Gobierno, practicaban el amor libre, adoraban a Dioniso, dios del éxtasis y el vino, al que llamaban libertador. Por eso, aunque vivamos en plena ley y orden, digamos ¡Viva el vino!