Además del DNI para ver porno, al Gobierno cada día más autoritario no le gustan los librepensadores que le critican. 70 países controlan las redes sociales y en España se tiene la misma tentación. Empezó con el Comité de la verdad y va a terminar llevando a la fachosfera a los periodistas malos. Sánchez ha creado una fundación para controlar el discurso de la ultraderecha. La Propuesta llegará dentro de unos días al Congreso. Le llaman proposición de ley contra desinformación para hacer frente a la máquina de bulos; es decir, lo que no quieren oír.
El Gobierno ha rugido como la marabunda aquella leyenda de la censura franquista según la cual las hormigas que asolaban las plantaciones de la selva amazónica no eran insectos sino mujeres desnudas.
En el caos de las instituciones, el PP ha registrado una propuesta en defensa de la libertad de expresión. Agárrense a la brocha que se llevan la escalera. Juan Luis Cebrián ha escrito que Pedro Sánchez amenaza a los digitales cuando la medida debería aplicársela a sí mismo porque es el rey entre de los mentirosos públicos. No sabemos si el presidente del Gobierno piensa como Trump que los periodistas son unos maleantes. Pero el caso es que prepara una mordaza contra los diarios on line y que se llamará ley antibulos. Dicen que se inspira en la ley europea, pero suena más a India o China; en Europa saben muy bien que sin libertad de prensa no hay democracia.
Querido Carlos ya escribió Setonio hace más de 2000 años que en un estado el pensamiento debe ser libre y Plauto dijo que una copa de vino añejo surgirá una canción nueva de la alegría y la libertad. Viva el vino.