El país , que según George Washington era para acoger a los que huían, ha elegido a un nuevo presidente que persigue a los huidos del éxodo y el viento, además de restringir el derecho de asilo.
Los emigrantes son detenidos en escuelas e iglesias. En Estados Unidos el hombre blanco vuelve a ser lo primero. El nuevo presidente piensa que su país está ocupado por delincuentes extranjeros y el primer día de su mandato ha firmado la orden de deportación para impedir el crimen.
Conmina al Departamento de Seguridad Nacional a tomar todas las medidas necesarias para repeler, repatriar y expulsar imediatamente a los extranjeros ilegales. Va a negar el derecho de ser norteamericano a los niños que nacieron en Estados Unidos hijos de delincuentes lo cual es ilegal, racista, anticonstitucional y un disparate en un país libre que estuvo construído por emigrantes.
Varios estados se han rebelado contra la medida. Los niños nacidos en suelo norteamericano son norteamericanos aunque sean hijos de Satanás.Se necesirá el ejército para echar a 11 millones de extranjeros. Ya va mandar 1500 soldados a la frontera con México.
Acertó Macron al decir que Trump ha creado una internacional reaccionaria con deportaciones que inventaron los nazis. Canal Red la televisión de Pablo Iglesias ha informado que ante las aspiraciones imperiales de Trump y la internacional reaccionaria va a irrumpir con una redacción en ciudad de México y pide apoyo.
Trump no quiere que Estados Unidos sea la patria de los sin patria; lo que desea es electricar las fronteras y restaurar la pena de muerte. Terminará bebiendo el vino amargo que tiene en una bodega que compró con fondos buitre o quizás termine en la cárcel porque ya estuvo procesado por 34 delitos. ¡Viva el vino!