Los partidos que forman la coalición de Gobierno han criticado justamente la masacre de los palestinos en Gaza pero han tratado con cierto roce de antisemitismo el derecho a defenderse de una democracia rodeada de terrorismo por todas partes.
Como escribió Salvador de Madariaga ningún país del mundo se ha identificado tanto con los judíos como España y para ellos Sefarad era la segunda patria. Aunque fueron expulsados en 1492 por los Reyes Católicos, España sufrió decadencia con su ausencia y ellos guardaron con melancolía siempre la llave para volver. En España hay 30 sinagogas y 10 cementerios judíos. Gallardón concedió la nacionalidad española a los sefardíes.
Pero con la coalición que llaman progresista han ofendido al país de la diáspora, que lucha para no ser destruido. Se defiende atacando y la izquierda española no quiere entender que es la democracia más amenazada del mundo y hay varios ejércitos pensando en destruirla. Quieren borrarla del mapa. El presidente del gobierno dijo que Israel no respeta el derecho humanitario y pidió no callar ni un minuto más ante los desmanes.
Hay cierto sesgo antiisraelí en la izquierda europea que se ha contagiado a los partidos españoles. Algún ministro de Israel ha calificado al presidente del Gobierno de España de líder débil sin brújula moral.
Otros ministros han utilizado la expresión "Del río al mar" que significa el aniquilamiento de Israel. Y han sido saludados por Hamás. El gobierno condena el lanzamiento de misiles de Irán pero en Israel nos ven como enemigos. En ese país se celebran muchas ceremonias con vino desde la Santa Cena, a pesar de que lo prohíbe la Biblia pero para los pecadores es el símbolo de la de libertad y la alegría. Viva EL VINO.