Sandra Golpe, Toni Bolaño, Casimiro García Abadillo y Rubén Amón debaten en la tertulia de Más de uno sobre las discrepancias con la vacuna de AstraZeneca. Sandra Golpe asegura que le parece bien que se paralice la vacunación siempre que se haga por prudencia y explica que necesitamos tener más datos y más transparencia para saber a qué personas les podría afectar la vacuna de AstraZeneca. Por su parte, Casimiro comenta que son las autoridades son las principales generadoras de desconfianza y de noticias que son absolutamente contradictorias y lamenta que todavía no haya un criterio, especialmente para las personas que ya se han puesto la primera dosis y no saben qué va a pasar con la segunda. Sin embargo, Rubén Amón considera que los márgenes de peligro que está acarreando AstraZeneca son remotísimos y "se está hablando de 200 casos entre 20 millones de personas vacunadas".
Carlos Alsina entrevista a Verónica Casado, consejera de Sanidad de Castilla y León, que explica por qué tomó la decisión ayer de suspender la vacunación con AstraZeneca y niega que supiera lo que iba a anunciar la Agencia Europea del Medicamento.
Además, charla con Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente de la Junta de Andalucía, que responde a las preguntas de Carlos Alsina en relación al cambio de criterio de la Agencia Europea del Medicamento con la vacuna de AstraZeneca y defiende su postura ante el fin del estado de alarma el 9 de mayo.
Sobre los disturbios en el acto de Vox en Vallecas y la justificación de la provocación como argumento para incitar a la violencia de Podemos, Toni Bolaño recuerda que del mensaje de Santiago Abascal no sabemos nada, "lo que sabemos es que ha habido una bronca, que es el mensaje que quiere trasladar Vox" y añade que la provocación ha conseguido que el acto del partido de Abascal ha hecho que tenga una mayor repercusión. Por su parte, Sandra Golpe insiste en que justificarse en la provocación es el típico comentario que hace una persona violenta y señala que ambos partidos apelan a los cabreados y a los marginados. "Vox está intentando emular a Le Pen en Francia, dirigiéndose a barrios obreros como el de Vallecas", explica, y añade que, con ese mitin, esperaban conseguir que un grupo de radicales les tiraran piedras porque aparecen como víctimas de la intolerancia y de la violencia". Casimiro considera que Pablo Iglesias debe dejar de ponerse como el líder de un barrio que abandonó después de haber presumido mucho de vivir allí y asegura que el votante de Vallecas es voto de izquierda moderada y no radical.
