El problema para Sánchez es que esa voluntad buenista hacia Joaquim Torra ha sido respondida por Torra atacando al Rey. Los sentimientos bienintencionados del nuevo gobierno solo podían toparse con la realidad de que a los independentistas lo último que les interesa es rebajar la tensión, porque en esas circunstancias tienden a convertir su causa en irrelevante.
Y Carles Puigdemont no puede consentirlo porque, de hecho, está notando cómo cada día que pasa se habla menos de él. Y ya le ha enviado un mensaje desde Alemania. Dice Puigdemont que hay que recordarle a Sánchez quién le ha hecho presidente. Y se refiere a sí mismo.