Se podría pensar que estas decisiones solo pretenden crear problemas a Rajoy. Pero hay alguien que está aún más irritado con Puigdemont que Rajoy. Y ese es el lendakari vasco. Hace tiempo que Íñigo Urkullu ha dejado de soportar al iluminado de Berlín, pero está atrapado en la trampa que se tendió a sí mismo cuando prometió no apoyar los presupuestos del Estado mientras estuviera vigente del artículo 155.
Ahora, el PNV tiene que tomar una decisión muy importante, porque si apoya los presupuestos sin que se levante el 155 dará oxígeno a Rajoy y dejará de lado a Puigdemont. Y si no los apoya, el País Vasco perderá el mucho dinero pactado, podría haber elecciones generales y, quién sabe, quizá Ciudadanos estaría más cerca del poder. Y no hay nada que dé más miedo al PNV que Ciudadanos.