En el bando constitucional, Inés Arrimadas es la única que parece estar en condiciones de desafiar a Puigdemont y a Junqueras. Y el PP trata a duras penas de no ser engullido por el partido de Albert Rivera. Los comunes quieren estar a todo, y no consiguen estar a nada. Han perdido perfil. La CUP apenas aparece en el debate. Y muchos ojos se ponen en los socialistas.
Miquel Iceta se presenta como punto intermedio en el que se pueden encontrar los del 155 y los de la independencia unilateral. Por eso Iceta se ha lanzado a pedir indultos para los soberanistas investigados y a proponer un pacto de Estado para las aspiraciones nacionales de Cataluña. Es lo que llaman transversalidad. La duda es si el proceso independentista ha dejado vivo algún rastro de transversalidad.