El odio pocas veces permite mantener la cabeza fría. Y en su afán por hacer daño, se ha equivocado de pie, y en vez de disparar al de sus enemigos, se ha metido una bala en el suyo propio. Joaquim Torra es una operación de autolesión diseñada con detallismo.
Ya quedó claro cuando el portavoz de la Comisión Europea, preguntado por las cosas que Torra ha dicho de los españoles, se negó a hacer comentarios para no dignificarlas. Ahora falta por saber si los jueces regionales de Alemania se han enterado por fin de quién es Carles Puigdemont, y de cuál es su verdadero proyecto, gracias a su valido Joaquim Torra.