Quien de verdad marca los tiempos es el juez Llarena, desde su despacho en la sede del Tribunal Supremo en Madrid. Las decisiones de Llarena mantienen en situación de pánico permanente a Esquerra Republicana, pendiente de que comparezca ante el juez su dirigente Marta Rovira. También tienen que hacerlo Marta Pascal, del PdCat, y el expresidente Artur Mas.
Y, además, las exdiputadas de la CUP Anna Gabriel y Mireia Boya, que está citada hoy. Y, dada la firmeza con la que se ha empleado Llarena hasta el momento nadie puede descartar que sus nuevas decisiones sean igual de firmes. Acierte o se equivoque, quien marca el ritmo es el juez. La demostración es que 53 días después de las elecciones catalanas, Puigdemont sigue sin ser investido.