LA FIRMA DE VICENTE VALLÉS

Vicente Vallés: "Si Puigdemont prefiere quedarse a vivir en Bélgica, pocos le echarán de menos"

Si de algo les gusta presumir a los independentistas es de su astucia. Disfrutan de loarse a sí mismos por los apuros a los que someten al Estado, con sus decisiones inesperadas. Pero la astucia no es sólo una virtud del independentismo.

ondacero.es

Madrid |

De repente, el juez Llarena ha rebuscado en su manga hasta sacar de ella la retirada de la orden europea de detención contra Puigdemont. Llarena impide así que los jueces belgas se concedan a sí mismos el derecho de decidir si España es un país democrático y de fiar. Impide que sean los jueces belgas los que decidan si extraditan a Puigdemont.

Y, en su caso, impide que los jueces belgas decidan sobre qué y sobre qué no se puede juzgar en España a Puigdemont. La justicia española recupera las riendas del caso. Ya no las tienen los jueces belgas. Y, además, el magistrado Llarena le ha arrebatado al prófugo el martirologio que buscaba. Ahora Puigdemont es libre de volver a Cataluña a hacer campaña, previo paso por el Tribunal Supremo. O, si lo prefiere, puede quedarse a vivir en Bélgica. Pocos le echarán de menos.