Por ejemplo, a Pablo Casado le pareció normal que le convalidaran el 80% de las asignaturas. Vale, me lo creo. Pero entonces, ¿cómo eran los otros cuatro posgrados que Casado tenía ya en 2008? ¿Eran también 'normales'? ¿Bastaban cuatro trabajos en canutillo para tener títulos de Harvard y Georgetown? Lo grave de este caso sería precisamente esa 'normalidad'.
En el máster de Cifuentes todo apunta a que existen graves irregularidades y potenciales delitos. Ella insiste sin embargo en que no ha hecho nada ilegal. Vale, me lo creo. Pero lo grave es precisamente que su actuación sea legal. Le permitieron matricularse fuera de plazo, no acudir a clase y alumbrar un TFM fantasma. Y Cifuentes, que conoce perfectamente la universidad, no vio nada raro. Desde luego se merece todos los aplausos que están envolviendo su inminente despedida.
Los currículos de los políticos son como los perfiles de eDarling: sabes que exageran y que están plagados de trolas. Pero prefiero que me mientan a perder la ilusión con la verdad. Qué le voy a hacer. Soy un romántico.