Víctor de Zaragoza nos cuenta que su apodo es 'tuna', aunque no sabe por qué: "Desde pequeño me llamaban así, en el pueblo, en el colegio, mis padres...", dice, y añade que lo sigue usando porque le trajo buena suerte. Además, destaca que los primos de su madre tienen todos mote, y que no sabe cómo se llaman de verdad. "Se apodan Mama, Pancha, Pirulo, Cororo, Nica, Pacho, Nena, Coco, Negra, Cholo Maceta...", enumera.
Desde Oña, en Burgos, nos llama José Antonio, que nos habla de los motes de su municipio vecino, Poza de la Sal. "Ahí todo el mundo tiene mote", asegura, y menciona algunos como "Ojoslistos, Pitoduro o Cuchara", y "Liebre" para referirse a un hombre que llevaba muletas.
Nos vamos a Torre-Pacheco, en Murcia, para escuchar a Juani. Recuerda que en una ocasión a su abuelo se le rompió el pantalón por detrás y le hicieron un remiendo negro: "Tuve la gran suerte de que desde entonces a mi familia les llaman 'Los culosnegros'", cuenta.
En Cádiz se encuentra Merche, que menciona una anécdota del pueblo de su abuelo, Alcalá de los Gazules. Cuenta que un chico le regaló a su novia una máquina de coser, y cada vez que se peleaban se la quitaba y recorría el pueblo con ella, y luego cuando se reconciliaban hacía lo mismo para devolvérsela. "Le llamaban el máquina, obviamente", dice.
Juan, de Granada, asegura que está tan arraigado el tema de los apodos en los pueblos, que en el año 1998 "el alcalde de la localidad granadina de Fornes decidió editar una guía telefónica con los apodos". Y otra de nuestras oyentes recuerda que llamaban "sobaco ilustrado" a un vecino que iba siempre con un periódico bajo el brazo.