Con permiso del petrodólar, del sillón suntuoso y del catering con primeras marcas… empiezo semana valorando el liderato del Atlético y esas 14 victorias seguidas que nunca había conseguido en su historia. Siguen soñando con cautela los colchoneros porque su Mesías no les permite despiporre, pero seguro que hoy ninguno de ellos… tiene cara de lunes.
Campeones de invierno los colchoneros… sin trofeo. Solo el reconocimiento que dan los puntos. Donde sí vimos copa y confeti fue en Jeddah, en una nueva edición árabe para alumbrar a nuestro supercampeón. El Barça destrozó, humilló, sometió al Madrid desde todos los frentes (mucha riqueza verbal en los medios). Con 5 goles de esos que se clavan en el libro gordo de la historia y con esas trazas que tanto gustan al aficionado de este juego: ritmo, precisión, armonía, talento y hasta sacrificio tras quedarse con un efectivo menos. Podría alargarse mucho la lista de etiquetas que "achinchetar” en la pechera de la camiseta azulgrana.
Este equipo (pese al bajón liguero) prevé futuro y se cimenta en jóvenes criados en camas literas y mesas corridas de comedor con bandeja. O dicho de otra forma, con mucha cantera. Por eso hoy precisamente te nexo el triunfo culé con la política de vivienda: por favor, casas para jóvenes, casas para proyectos de familia, casas para aumentar la natalidad, servir de vivero a las escuelas y que así los clubes puedan repoblarse desde dentro. Señores políticos… háganlo por el bien del fútbol. Del Madrid y su realidad, me ocupo en otro momento.
Y sí, ya en modo Australia con Alcaraz y el resto de la armada. El calor de siempre, la superficie de siempre, pero el murcianico le ha metido 5 gramos más a su raqueta y ha tuneado su forma de sacar. Con esto y dos zumos sin pulpa… mal se nos tiene que dar!!