Cuando el curso se tuerce, lo hace hasta el final. Muy deficiente el del Barça, con su destierro en Montjuic, con retraso en el nuevo Camp Nou (que suena redundante) y ayer con trabajos paralizados porque operarios se enzarzaron a tortas por quítame allá esta viga. Dos heridos, uno hospitalizado… !A este paso contratan un chamán que les limpie el aura! El presi posponiendo el repudio a Xavi mientras sus emisarios acuerdan con su sustituto alemán y de colofón… El líder de la oposición le pide un paso al lado. Con razón se atiborra el amic Joan… ¡pura ansiedad!
A ver si la cosa se compensa con la Champions de mañana ante el Lyon. Las chicas azulgrana son las mejores del planeta y a su calidad le suelen echar hambre y compromiso, por eso habrá un ambientazo en San Mamés que ojalá acabe en fiesta para las nuestras.
Antes los de Chus Mateo en Berlín. Si los de fútbol quieren la 15ª en Londres, los de basket ansían su 12ª Euroliga. Se plantan esta noche ante Olympiakos como actuales campeones. Con las canas de Rudy, Llull y el Chacho, pero también con el brío de Tavares, Campazzo y Hezonja que los reviste de claros favoritos.
Y a modo curioso, he buscado, sin éxito, informes concluyentes de por qué en Eslovenia con poco más de 2 millones de habitantes nacen deportistas increíbles (Doncic, Oblak, Roglic, Horvat…), pero lo de Tadej Pogaçar rompe moldes. Apabulla en el Giro, reparte sonrisas, regala maillots, se preocupa por los compañeros. 25 años y 65 kilos. Se baja de la bici, y al verle enjuto, te dan ganas de invitarlo a un Bollycao. Será lo de la esencia de los tarros pequeños...