Si el juez de competición que sancionó a 3 canteranos del Sevilla por ondear una bandera con el escudo bético tachado se pasara un miércoles por el Congreso a las 9 de la mañana, lo clausuraba ipso facto. Los derbis suelen ser escaparate de nuestro fútbol, pero también esconden muchos comportamientos que poco a poco debemos erradicar por incívicos y anti deportivos.
Los símbolos son importantes. No nos gusta que silben nuestro himno ni que vilipendien nuestros colores. De lo que se trata es de hacerlo con todos y de manera regular, esa es la verdadera justicia. De momento Betis y Sevilla rompen relaciones, aunque suene pomposo como aquel cese temporal de convivencia real.
Sin quemar enseña alguna, el máximo accionista del Valencia se sigue choteando de todos. Tras ver una junta de accionistas reventada en solo 13 minutos y que tuvo que suspenderse, parece que deja una mínima rendija para facilitar la venta del club. Peter Lim tiene el dinero por castigo y el orgullo recalcitrante como guarnición, pero seamos “confiantes”, quizá se haya cansado ya de jugar con sentimientos ajenos y quiera una parcelita en uno de los 6 cielos budistas (aunque se los puede comprar todos).
Mañana Barça-Atleti, choque rutilante para cerrar el año, sin Lamine Yamal, con dudas existenciales y con anhelos de volver al inicio los culés… mientras que los rojiblancos añorarán a Sorloth que es un panzer que pega buenos bocados a la portería ajena. Duelo que no decide nada pero ya venderemos los plumillas que sí.
Y de cierre, Carlos Sainz senior a 12 días de volar a Arabia a por su quinto Dakar con 5 marcas de coches diferente, ni Girauta. 62 años y brillo en los ojos. La jubilación no está de moda, Carlos.