El post de Radioestadio

Edu García: "La opulencia y la ostentación marcaron el espectáculo que montó Piqué en el Camp Nou"

Edu García reflexiona en 'Más de uno' sobre la jornada de deporte que ha habido durante el fin de semana, desde el espectáculo que ha dado Piqué con su Liga hasta la carrera de MotoGP con Márquez.

Edu García

Madrid | 27.03.2023 10:25

Se queda atrás un finde, pero sin fútbol de primera que nos medio obligó a testar otros campos de entretenimiento. La opulencia y la ostentación marcaron el espectáculo que montó Piqué en el Camp Nou. Reunió a 92 mil chavales con sus progenitores, rodeados de su música, sus iconos, sus consumos sociales. La cosa deportiva era el aderezo. El fútbol 7 que encumbran no tiene peso ni calidad, pero el envoltorio sirve para llenarte el ojo y el campo más grande de España.

Mucho mérito, pero cuidado, entre las pipas, las cervezas, las hamburguesas y las bebidas energéticas de sabor incalificable que patrocinaban el acto no sé si estamos lanzando en tromba un mensaje atronador de hábitos no saludables a un público muy influenciable. Piqué ha hundido la Copa Davis de Tenis y necesita facturar, que diría Shakira, pero no a costa de nuestros jóvenes. ¡Ah! Aragonés y Laporta culebreando en el palco.

A todo esto, nuestra Selección empezando con goles el camino a la Eurocopa, pero intentando no alargar la transición. Ahora queremos especular menos y tirar más y cambiar de "disco duro" requiere su tiempo. Los elegidos han calmado muchas voces críticas y así, sin ruido de fondo, puede haber calma para trabajar. Mañana a pescar en Escocia.

La controversia más ruidosa nos llegó desde Portugal con la carrera de MotoGP. Nuevo formato para revitalizar las dos ruedas pero a costa de meterle más presión al piloto: menos preparación, más competición. Márquez hizo pole, el sábado compitió y ayer se descontroló llevándose por delante a un par de compañeros. No es la primera vez que actúa de kamikaze y por eso ayer en su cuello tenía más marcas que en su brazo. Lo raro es que tiene 30 años y 8 mundiales. A estas alturas hay que venir ya con el ímpetu "domao" o dejárselo a Alcaraz, que está en edad, como vimos anoche en Miami.