El post de radioestadio

Joan Laporta es la oscura gestión del Barça

Edu García hace un repaso por las novedades del mundo del deporte.

Edu García

Madrid |

Si se hizo recurrente en su época el “España nos roba”, ahora Joan Laporta quiere versionar con un “La Liga nos tiene manía”. Eso de afirmar que como somos tan buenos no nos soportan puede ser un argumento que algún bufandero le compre, pero rascando un poco en la realidad económica del club, es obvio que resulta más un patadón de balón hacia adelante.

Los periodistas deportivos no somos los mejores del gremio en investigación, yo lo asumo agachando las orejas. Somos más carne de cancha, debates y de varear a seres humanos con silbato (los árbitros son personas, no me canso de reiterarlo). Pero algo sí hemos contado de las palancas, de los amigos que prestan o avalan, de los directores financieros que dimiten y de las 3 fechas retrasadas del nuevo estadio porque los turcos que construyen no son todo lo rigurosos que debieran.

El presidente de la Liga tiene un porrón de defectos al descubierto, que además no se encarga de disimular, pero el de ser tonto no le adorna. Sabe que el Barça es un activo, sabe que es indispensable para el campeonato, asume que necesita tenerlo lozano, vigoroso, con poderío, pero como buen abogado, no quiere incurrir en práctica delictiva alguna tapando o ignorando operaciones “rarunas” que rallan lo cuestionable.

¿Quién está detrás de los cacareados palcos VIP y de esos 100 millones que cuestan? ¿Por qué no quieren revelar nombres o entidades a sus socios? ¿Por qué tanto misterio en torno al moldavo Ruslan Birladeanu? (apellido real, sospechoso, pero real). ¿Es el mismo promotor que vendió viviendas asequibles en su país que nunca se construyeron? ¿Por qué 3 auditores distintos en 3 meses? ¿Ven las cuentas y las operaciones y huyen como nosotros al ver a Trump con un rotulador negro en la mano?

El Barcelona tiene un gran entrenador, currante y discreto y un pedazo de equipo, una plantilla redonda que hace soñar a su afición. Y su principal escollo no es ni Tebas ni el Real Madrid, es la oscura gestión de su dicharachero presidente.