1.- ¿No sería magnífico que Blesa y Rato, condenados por un delito de apropiación indebida , pagaran su eventual fianza recurriendo a la tarjeta black?
2.- ¿Se tranquilizará la opinión pública justiciera al conocer que los banqueros van a la cárcel, o, por el contrario, la salida airosa de Urdangarin provocará el efecto contrario?
3.- El fiscal Horrach estaba ya de retirada y se iba a organizar un despacho por su cuenta, pero ¿no debería dimitir de sus funciones? La sentencia del caso Nóos y el rechazo a la fianza que solicitaba suponen una embarazosa desautorización de su trabajo. Y no digamos para Castro.
4.- ¿Hay algo más doloroso para el imaginario de la opinión pública que la imagen de un condenado yéndose a Suiza? Es como si las mencionadas razones personales que se han valorado para permitírselo fueran su camino de evasión al paraíso fiscal.
5.- ¿Pero no es cierto al mismo tiempo que el ardor republicano de Rufián y de Podemos en el ataque a la monarquía provoca hasta ganas de poner una foto de la infanta Leonor en la nevera?
6.- ¿Rafael Catalá, ministro de Justicia, dice que el ya exfiscal de Murcia debería haber denunciado las presiones? ¿Es que no ha sido él quien las ha ejercido, defendiendo la honorabilidad del presidente Sánchez?
7- De Sánchez a Sánchez, ¿tenéis la impresión de que el sector susanista empieza a familiarizarse con un duelo mucho más peligroso de cuanto pensaban en las primarias?